La meditación para aliviar el dolor ayuda a aliviar la tensión física y emocional, promoviendo una relajación profunda. Esta práctica busca reducir el dolor, mejorar la conciencia corporal y restaurar la armonía interior.
Busca un lugar tranquilo donde no te molesten. Siéntate cómodamente con la espalda recta, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Siente cómo con cada inhalación tu cuerpo se llena de alivio y con cada exhalación el dolor disminuye. Imagina que tu cuerpo se relaja y que el dolor desaparece gradualmente. Deja ir todas las preocupaciones y permítete experimentar un profundo alivio y paz. Empieza con 5 minutos al día y aumenta el tiempo gradualmente. La práctica regular ayuda a reducir el dolor y a restablecer el equilibrio interior.