El yoga para bajar la presión arterial ayuda a relajar suavemente el cuerpo, mejorar el bienestar y estabilizar la hipertensión. Los ejercicios se centran en trabajar con el sistema nervioso parasimpático, responsable del descanso y la recuperación.
La práctica implica posturas cómodas que requieren un mínimo esfuerzo. El alivio de la presión se logra mediante posturas estáticas suaves, sentado y acostado, estiramientos, técnicas de respiración y yoga nidra. Estos métodos ayudan a relajar los músculos, mejorar la circulación y aliviar el exceso de tensión corporal.
Las sesiones cortas te ayudarán a recuperarte rápidamente, mientras que las más largas profundizan la relajación y producen efectos duraderos. La práctica regular ayuda a reducir el estrés, mejora el sueño y favorece la salud cardiovascular.