El yoga para mejorar la visión se centra en trabajar con los ojos y el analizador visual, además de aliviar la tensión muscular en el cuello, los hombros y la zona lumbar. La tensión excesiva en estas zonas suele contribuir al deterioro visual, por lo que la práctica utiliza ejercicios de estiramiento, relajación y torsión.
Antes de relajarse, es importante activar los músculos. Para lograrlo, las rutinas incluyen movimientos de calentamiento como elevaciones de brazos y rotaciones de hombros. Estos movimientos ayudan a preparar el cuello y la espalda, mejorando la circulación en la parte superior del cuerpo.
Las sesiones cortas ayudarán a aliviar la tensión rápidamente, mientras que las más largas permitirán un trabajo muscular más profundo, mejorarán la circulación sanguínea y crearán las condiciones para mantener una visión saludable. Además del ejercicio regular, es importante cuidar la dieta: los alimentos ricos en proteínas y lípidos promueven una función visual normal.