El yoga para la prevención de varices busca mejorar la circulación, reducir la tensión vascular y favorecer la salud venosa. Esta serie de clases minimiza las posturas de pie, sentadas sobre los talones y entrelazadas, y elimina los ejercicios abdominales. En su lugar, aumenta el número de posturas acostadas, estiramientos y asanas suaves con cinturón. Se incluyen inversiones para promover el retorno venoso y pranayama en las clases más largas (de 60 a 90 minutos).
Los problemas venosos suelen estar relacionados con el sistema cardiovascular. Las inversiones, las prácticas de respiración y el yoga nidra ayudan a reducir el estrés, mejorar la circulación y aliviar la tensión en el corazón y los vasos sanguíneos. La práctica regular ayuda a estabilizar las venas, reduciendo la hinchazón y la decoloración.
Además del ejercicio, es importante cuidar tus hábitos diarios. Elige calzado cómodo, evita saunas y baños calientes, y refréscate los pies con compresas frías regularmente. Después de un día de trabajo, es útil acostarse boca arriba con las piernas elevadas por encima de la pelvis; esto estimula el flujo sanguíneo y ayuda a aliviar la tensión.