El complejo nocturno se basa en asanas estáticas con elementos de dinámica suave. Esta combinación hace que las clases sean ideales para la noche, permitiéndote aliviar el estrés del día y preparar tu cuerpo para un sueño reparador sin causar insomnio.
Los complejos cortos se basan principalmente en posturas sentadas y acostadas, mientras que los más largos (de 60 y 90 minutos) incluyen un calentamiento, posturas de pie y una shavasana larga. Las posturas invertidas ayudan a relajarte más profundamente y a que el cuerpo entre en modo de descanso.
Las clases cortas son adecuadas para una relajación rápida, mientras que las más largas proporcionan una recuperación completa y una sensación de ligereza por la mañana.