El yoga para la abstinencia del alcohol ayuda a restaurar el cuerpo y la mente, devolviendo una sensación de fuerza, estabilidad y claridad.
El alcohol afecta el sistema nervioso, la coordinación motora, el tono muscular y el bienestar general. Esta práctica busca fortalecer el cuerpo, estabilizar la mente y restaurar la energía natural. Las clases utilizan posturas de equilibrio que mejoran la coordinación, la función vestibular y la conexión del cuerpo con el espacio.
Para recuperar la vitalidad, se han añadido ejercicios de fuerza que activan los músculos grandes, mejoran la circulación y ayudan al cuerpo a sentirse fuerte y resiliente. Las posturas estáticas requieren concentración y control, lo que promueve la estabilidad física y emocional.
Las sesiones cortas ayudan a iniciar suavemente los procesos de recuperación, mientras que las más largas trabajan profundamente el cuerpo y el sistema nervioso. La práctica regular permite recuperar rápidamente la energía, mejorar la salud y sentir una sensación de libertad en el movimiento y la conciencia.