El yoga para fortalecer el sistema inmunitario ayuda a activar las defensas del cuerpo a través de los sistemas neuromuscular y respiratorio. El movimiento, las inversiones y los ejercicios de respiración (pranayama) estimulan el sistema linfático, aumentando la circulación linfática y ayudando al cuerpo a afrontar mejor las influencias externas.
Los ganglios linfáticos, incluido el bazo, desempeñan un papel fundamental en la defensa inmunitaria. Además, las asanas fortalecen los huesos al ejercer fuerza mecánica sobre ellos a través de músculos y ligamentos, lo que repercute positivamente en la médula ósea roja, un componente vital del sistema inmunitario.
Las sesiones cortas ayudan a despertar y fortalecer el cuerpo suavemente, mientras que las más largas permiten un trabajo corporal más profundo y un mayor apoyo inmunitario. La práctica regular ayuda a mejorar la salud y a fortalecer la resiliencia del cuerpo ante factores externos.