El yoga para ciclistas complementa la aptitud física al ayudar a desarrollar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad necesarias para la estabilidad y la comodidad en el sillín.
La práctica incluye un calentamiento, la clásica secuencia del Saludo al Sol y asanas estáticas diseñadas para fortalecer la espalda, relajar los cuádriceps y mejorar la flexibilidad de los isquiotibiales. Esto ayuda a aliviar la tensión muscular, aumentar la resistencia y mantener una postura correcta incluso en largas distancias.
Las sesiones cortas son ideales para la recuperación después de los entrenamientos, mientras que las más largas son excelentes para trabajar profundamente los músculos clave, aumentar la eficiencia del pedaleo y reducir el estrés en las articulaciones.