El yoga para nadadores complementa el entrenamiento de natación al ayudar a desarrollar la flexibilidad, la fuerza y la coordinación, que son esenciales para un movimiento sin esfuerzo y efectivo en el agua.
La práctica incluye calentamientos articulares y de columna, ejercicios dinámicos y flexiones hacia atrás para fortalecer los músculos de la espalda involucrados en la brazada y la estabilización del core. Mejorar la movilidad de los hombros y el control de la respiración mejora la técnica y reduce la tensión corporal durante la natación.
Las sesiones cortas ayudan a preparar el cuerpo para el estrés, mientras que las más largas proporcionan un trabajo profundo en todos los músculos clave, haciendo que los movimientos en el agua sean suaves, potentes y controlados.