El yoga para dejar de fumar te ayuda a liberarte gradualmente del mal hábito, restaurando tu respiración y tu bienestar general.
Los ejercicios dinámicos de pie, flexiones y decúbito prono fortalecen la respiración, modificando su ritmo habitual. Gradualmente, la inhalación se profundiza y el cuerpo se adapta a un nuevo patrón respiratorio más saludable.
Las posturas complejas que requieren tensión estimulan la producción de betaendorfinas, que generan una sensación de placer durante y después de la práctica. Esto ayuda a compensar la adicción a la nicotina con recursos internos naturales de placer y relajación.
Las posturas de flexión hacia atrás y de apertura del pecho aumentan el volumen de aire inhalado y alivian la tensión en la región torácica, algo que a menudo se observa en los fumadores.
Las sesiones cortas te ayudarán a integrarte con suavidad en el proceso de cambio, mientras que las más largas te permitirán profundizar en tu respiración y fortalecer tu cuerpo. La práctica regular reemplazará gradualmente este hábito dañino con un autocuidado consciente.