1
Intenta inclinarte con la espalda recta, intentando bajar el abdomen hasta los muslos y estirar la coronilla hacia los pies. Concéntrate en la zona lumbar, evitando molestias y dolor.
2
Si sientes mucha molestia en la parte posterior de las piernas al flexionar, flexiona ligeramente las rodillas. Apoya el abdomen sobre los muslos. Mientras practicas la postura, mueve los talones hacia adelante paso a paso, intentando estirar las piernas hasta que el abdomen comience a separarse de los muslos. Concéntrate en la zona lumbar, evitando molestias y dolor.