El yoga después del trabajo ayuda a aliviar la tensión, estira el cuerpo después de estar mucho tiempo sentado o de pie, mejora la circulación y recupera la facilidad de movimiento. Esta práctica mejora la movilidad de la columna vertebral, activa los músculos y facilita la transición del cuerpo del trabajo al descanso.
Cada clase comienza con un calentamiento que trabaja la columna vertebral, la cintura escapular y la parte superior de la espalda, las zonas más propensas a la tensión a lo largo del día. Las clases más largas incluyen estiramientos, torsiones y ejercicios de fuerza para fortalecer los músculos de las piernas, el abdomen y la espalda.
Las clases de 45, 60 y 90 minutos incluyen pranayama de 5 minutos, técnicas de respiración que ayudan a relajarse profundamente, liberar la tensión residual y finalizar la práctica en un estado de calma.
Estos ejercicios son aptos para todos los niveles de condición física. Elige una duración cómoda (de 10 a 90 minutos) y permite que tu cuerpo se recupere de la jornada laboral. El ejercicio regular te ayudará a sentirte con más energía, más libertad de movimientos y más equilibrio.